Minagricultura Cecilia López
Foto: Amcham Colombia

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La inclusión productiva, otra de las metas de minagricultura

Por - 26 de Octubre 2022

La cooperación público-privada será fundamental para lograr la reactivación del sector agropecuario, la inclusión de los productores en cadenas de valor sostenibles y todos los cambios que busca desarrollar el Gobierno en su objetivo de transformar al sector agrícola y agroindustrial colombiano.


La cooperación público-privada será fundamental para lograr la reactivación del sector agropecuario, la inclusión de los productores en cadenas de valor sostenibles y todos los cambios que busca desarrollar el Gobierno en su objetivo de transformar al sector agrícola y agroindustrial colombiano.

Así lo planteó la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Cecilia López, durante el conversatorio “Capacidad exportadora del sector agroindustrial: retos para potenciar el sector agroindustrial”, organizado por la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia) con el apoyo de Cargill.

De acuerdo con lo expuesto por la funcionaria “es muy claro que sin el sector privado no podemos obtener estas metas, o sea, tenemos que trabajar de la mano con el sector privado, lo cual implica muchos cambios. Un cambio en el sector privado para abrir la puerta a este otro sector productivo que no ha tenido chance y que tampoco tiene la experiencia porque han estado muy aislados”.

Añadió que el primer punto es que el sector privado se sienta involucrado en la reactivación del sector agropecuario. “Necesitamos reconocer que es imposible hacer una reactivación productiva si no empezamos por reactivar el campo, pero el otro paso es la agroindustria y ahí tenemos una transformación productiva, ahí es donde lo minero energético puede perder peso, movernos más hacia la sostenibilidad, pero remplazando la contribución inmensa que ese sector hace en términos de exportaciones y muchas otras cosas”, explicó la funcionaria.

En este sentido, la ministra también resaltó la importancia de la inclusión productiva. “En este momento, estamos trabajando en 23 cadenas productivas, empezando por la de maíz y soya que es la más importante porque tenemos que sustituir importaciones, necesitamos tener un millón de hectáreas produciendo maíz y soya, y ahí tenemos que meter a los pequeños productores agrupándolos porque si no se mecaniza con formas primitivas no entran en la cadena”. (Lea: La asociatividad, uno de los mayores retos del sector ganadero)

Para ese propósito, invitó al empresariado a definir en cada cadena cuáles son las condiciones mínimas para que el pequeño productor no quede aislado, sino que se integre. “Por ejemplo, si se necesitan mínimo 20 hectáreas en maíz para poder meter tractores, díganle al Gobierno y este les da crédito para asociatividad y para cooperativas para que se unan las 20 hectáreas para poder producir, eso lo necesitamos en cada cadena, ahí hay una contribución muy clara del sector empresarial en general”, puntualizó.

Por su parte, la presidenta ejecutiva de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, concordó en la necesidad de un trabajo conjunto entre el sector privado y el Gobierno Nacional para avanzar en la inclusión productiva y en la generación de una capacidad exportadora a mercados como Estados Unidos, la cual requiere, más que ningún otro sector, cooperación, tecnología, innovación, productividad y competitividad.

“Hay exportaciones del sector agrícola colombiano hacia Estados Unidos que hoy están creciendo en más del 53 %, en más del 200 % y hay algunas que crecen en más del 3000 %. Un ejemplo de esto es la tilapia y todos los productos relacionados con pescado; mientras en 2012 exportábamos USD 77.000, hoy estamos exportando USD 19 millones a EE. UU. en tilapia. Así como ese, tenemos muchos ejemplos que podrían multiplicarse si logramos generar una alianza público-privada que incluya en la cadena productiva a los pequeños productores”, resaltó Lacouture.

Así mismo, confirmó la disposición de los más de 900 empresarios agrupados en AmCham Colombia para contribuir a la transformación del sector agrícola y agroindustrial del país. “Estamos aquí un grupo de empresarios que queremos apoyar, construir país, generar progreso y trabajar de la mano con el Gobierno Nacional. Creemos que la inclusión productiva es indispensable y, por eso, nos pondremos en la tarea de presentarle proyectos y acciones que puedan contribuir a ese propósito”, aseguró Lacouture. (Lea: Asociatividad, un instrumento para el fortalecimiento de la ganadería)

La asociatividad es clave

En el marco de este conversatorio se resaltó la importancia de la asociatividad de los pequeños productores y su participación en las cadenas de valor por medio de una relación en la que todos ganan.

Al respecto el viceministro de asuntos agropecuarios, Luis Alberto Villegas, planteó que generalmente la asociatividad en Colombia ha sido impulsada por instrumentos de política, por ejemplo, si no asocian no tiene acceso al crédito o al mercado, entonces se hace pero por conveniencia y eso no genera necesariamente sostenibilidad.

La asociatividad debe ser el resultado de un proceso de construcción económica y social en un territorio específico, con una comunidad en particular alrededor de un modelo productivo

Cuando la asociatividad es el resultado hay pertenencia y capacidad de desarrollo pero cuando es por conveniencia es frágil y no tiene mucho futuro. A ello hay que sumar que la cadena de valor es la solución o el medio para generar un crecimiento sostenible, una cadena entendida desde la investigación y el desarrollo aplicada a nuestro país porque somos buenos importando modelos productivos que no corresponden a nuestra producción agropecuaria tropical, indicó el funcionario.

Esa cadena implica un cambio en el chip del productor para entender que se debe trascender el término sin ánimo de lucro para recibir ayudas a comprender que se debe generar una actividad productiva con ánimo de lucro que no es mala y que no va en contravía de dicho principio porque lo vetado es repartir utilidades, de hecho sin lucro no hay futuro. (Lea: En lugar de trabajar solo, recuerde que asociarse paga)

Por eso, dijo, hay que mirar cómo el gobierno desarrolla una política que impulse esos procesos asociativos que permitan que haya sostenibilidad desde la fase de producción integrada a una cadena de valor.

Se debe mirar qué se va a producir y cómo pero integrado a una cadena de valor, como es el caso de La Fazenda. El pequeño productor debe estar integrado a una cadena que llega hasta el producto final y de cercanía a un mercado.

Además del tema económico de la sostenibilidad se debe pensar en lo social y lo ambiental. En cuanto a lo primero es necesario integrar a los pequeños productores a la cadena de valor.

Si algo tiene para vender Colombia como segundo país más biodiverso del mundo es sostenibilidad lo cual le permite desmarcarse del commodity y obtener mejores ingresos sin tener que competir por precio, concluyó.