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Honduras posee pasto forrajero que crece en cualquier lugar, dice investigador

Por - 17 de Marzo 2020

Honduras posee un pasto forrajero resistente a la sequía, único en Latinoamérica, capaz de levantar el hato ganadero nacional, utilizado para fabricar etanol y hasta alimento humano, informó el investigador pecuario Héctor Peralta Osorio, citado por el periódico La Tribuna.


Honduras posee un pasto forrajero resistente a la sequía, único en Latinoamérica, capaz de levantar el hato ganadero nacional, utilizado para fabricar etanol y hasta alimento humano, informó el investigador pecuario Héctor Peralta Osorio, citado por el periódico La Tribuna.

Se trata del pasto Pennisetum Purpurium Schues (Koco100 nombre común), originario de África, que en tierras hondureñas ha logrado alcanzar altos niveles de proteínas, resiste cualquier tipo de altura, puede sembrarse a 2 000 metros sobre el nivel del mar. (Lea: 5 pastos y árboles que son tendencia entre los ganaderos)

Este forraje es el resultado de una combinación de los pastos Napier y Pennisetum Glaucum, procedentes del África Ecuatorial, y desarrollado por un científico estadounidense a inicios de los años setenta.

De acuerdo con el investigador, es ideal para vacas en producción, engorde, equinos y especies menores como cerdos, cabras, ovejas, conejos y aves de corral. (Lea: La altura del pasto para el bovino debe ser de 20 a 30 centímetros)

En momentos en que la ganadería busca un mejor rendimiento en menores extensiones de potreros, este pasto viene a ser una alternativa a esas necesidades de alimentación que surgen por circunstancias climáticas y otros factores.

Tiene muchos usos, por ejemplo de corte, pastoreo, ensilaje, heno. Así mismo, la agroindustria puede extraer hasta 2,700 litros de etanol por hectárea. También posee proteína de 15 a 22 por ciento. “El aroma a maíz que tiene este pasto lo hace atractivo para los animales antes mencionados”, refirió Peralta Osorio.

Este pasto forrajero fue desarrollado en 1970 por el científico Wueny W. Hanna, en la Universidad de Atlanta, Georgia, en Estados Unidos y llegó a Honduras de manera fortuita, indicó Peralta Osorio. “Solo lo trabajan en los continentes de África, Asia y Oceanía”, agregó. (Lea: Forraje, el futuro de la ganadería)

“El doctor Hanna comandó un grupo de especialistas de diferentes universidades de los continentes antes mencionados menos de Latinoamérica y recolectó los materiales en la República de Uganda en África”, señaló la fuente.

El pasto trabaja de 7.0 metros sobre el nivel del mar (msnm), hasta los 2 000 msnm, ya comprobado, tanto en trópico seco, como húmedo.

En sectores como el valle de Sico Paulaya y el Bajo Aguán, Peralta Osorio, ha obtenido 200 toneladas de material verde (mv) por hectárea por año, eso equivale a 80 toneladas de materia seca por hectárea (mst), dependiendo del manejo. (Lea: 5 principios de aprovechamiento de los forrajes)

“Se pueden mantener perfectamente 25 cabezas de ganado por hectárea, esto está consensuado con técnicos de México, Guatemala, El Salvador y de Sudamérica que desean este pasto, pero es prohibido, no hay un reglamento”, dijo.

El pasto es exigente a los buenos suelos por eso da esos volúmenes de materia verde y una recuperación de 21 días con una velocidad de 30 centímetros de altura.

Su digestibilidad es de 75 a 90 por ciento, le hace diferente a los pastos tropicales. El sistema radicular profundiza hasta dos metros, eso también lo hace muy diferente a los demás pastos de cualquier variedad, indicó. (Lea: Funciones básicas del aparato digestivo de los bovinos)

“Hemos obtenido hasta 21 kilogramos por macolla y la reproducción es vegetativa. Una de las distancias de siembra que recomendamos es un mínimo de un metro cuadrado de planta a planta y de surco a surco, añadió el experto.

“Las últimas apreciaciones de especialistas extranjeros, con los cuales tenemos una excelente comunicación, recomiendan que debe entrar la bioquímica, porque ellos suponen que dicho pasto lo industrializan, y es posible que se obtenga un compuesto de fibra para el concentrado de las aves y que algo más se pueda averiguar, porque hay indicios de que pasó por muchos años codificado”, señaló.  

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