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Foto: ©2017CIAT/NeilPalmer

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Colombia le apuesta a la sostenibilidad de la ganadería en 2050

Por - 05 de Abril 2021

Por medio del Programa Integral de Reconversión Productiva y Ambiental de la Ganadería (PIRPAG), Colombia le apuesta a la transformación de gran parte de la ganadería hacia la sostenibilidad, en un horizonte de 30 años.


Por medio del Programa Integral de Reconversión Productiva y Ambiental de la Ganadería (PIRPAG), Colombia le apuesta a la transformación de gran parte de la ganadería hacia la sostenibilidad, en un horizonte de 30 años.

Se buscan cambios de los paisajes ganaderos tradicionales hacia sistemas más comprometidos con el ambiente y con la reducción y captura de gases de efecto invernadero, respondiendo con parte de los compromisos del Estado con el Acuerdo de París de 2015. (Lea: CIAT trabaja con socios en pro de acciones de mitigación para la ganadería colombiana)

El programa responde al marco de una declaración conjunta de intención entre Colombia, Reino Unido, Alemania y Noruega, y está auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Colombia Sostenible (FCS), Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) y Fedegán-FNG, y se viene ejecutando por parte del CIAT y CIPAV.

Pablo Robledo, investigador asociado del CIAT, indicó que se está haciendo el diseño de un programa de largo plazo, al año 2050, para influir sobre un área ganadera de 3,4 millones de hectáreas.

La ambición principal del PIRPAG es lograr un programa integral con una estructura, un ordenamiento, identificación de actores, de roles, de procesos, gobernanza, asistencia técnica, educación en campo, etc., todo con el fin de cambiar paisajes ganaderos tradicionales en cuatro regiones del país: Caribe húmedo, Caribe seco, Piedemonte del Magdalena Medio y Piedemonte del Orinoco.

Simultáneamente al desarrollo del Programa, está funcionando un pilotaje en cada región seleccionada, como una forma de vincular a los productores y algunas instituciones locales para que vayan conociendo y aportando al proyecto. En este pilotaje se diagnosticó y propuso el cambio de la ganadería en las cuatro zonas piloto, y se intervinieron 80 predios que suman 1.103 hectáreas en los municipios de San Onofre en Sucre (Caribe húmedo), Dibulla en La Guajira (Caribe seco), El Carmen de Chucurí en Santander (Piedemonte del Magdalena Medio) y Tame y Fortul en Arauca (Piedemonte del Orinoco).

Allí lo que se ha hecho es brindar asistencia técnica, acompañamiento, planificación de las fincas y se apoyó con recursos algún nivel de transformación, la mayoría hacia sistemas rotacionales y manejo del agua, pero con un alto nivel de capacitación a los productores. Esto ha permitido que en algunas fincas se tuvieran avances adicionales como manejo de mangas de movimiento de ganado, mejoramiento de los corrales, cercas vivas, setos forrajeros, riegos e incluso bancos mixtos de forraje, gracias al acompañamiento y capacitación que vienen haciendo los asistentes técnicos. (Lea: Ganso, proyecto para promover la sostenibilidad ganadera en la Orinoquía)

Ahora corresponde realizar una propuesta ambiciosa de transformación, con base en la información y la experiencia de los pilotajes, entrevistas con expertos y la participación de las instituciones territoriales, para buscar financiación internacional y nacional, incluso de los mismos ganaderos, basado en una estrategia eficiente del uso de los recursos.

Se estima, tentativamente, que el programa podría tener un costo de 200 millones de dólares durante las tres décadas.

La propuesta es desarrollarlo por etapas, dándole un foco estratégico a cada periodo. Es posible que inicialmente se trabaje intensamente sobre estrategias de capacitación y apropiación tecnológica, seguido de implementaciones en campo apoyadas en estrategias eficientes a través de asociaciones capacitadas y empoderadas, y, habría que considerar la manera de desarrollar el encadenamiento con otros estabones de las cadenas de carne y leche. La propuesta iría más allá de la sostenibilidad desde el punto de vista del cambio del paisaje y abarcaría la forma en que los ganaderos se interrelacionan entre sí y con su mercado, sostuvo Robledo.

Señaló que hay que salirse un poco de esa etiqueta de que la sostenibilidad ganadera es solamente los sistemas silvopastoriles, y aunque son muy importantes, el concepto va más allá y tiene que ver también con lo económico y lo social. Hay que trabajar la transformación cultural, la forma de pensar, inicialmente con los productores, para que entiendan que se puede ser muy productivo y exitoso con los sistemas amigables con el medio ambiente.

Adicionalmente se tiene que dar un cambio hacia el encadenamiento donde haya una estrategia de todos ganan, desde la transformación ambiental y productiva de los predios, hasta impactar de forma importante sobre transformadores y consumidores, para que empiecen a exigir productos de calidad y conociendo la trazabilidad ambiental e incluso socioeconómica de la carne y de la leche. (Lea: Ciat inauguró proyecto ‘Paisajes Sostenibles’ entre Colombia y Perú)

La apuesta a largo plazo debe ser que gran parte de la ganadería del país se desarrolle bajo sistemas sostenibles y que los consumidores también exijan este tipo de productos sin que ello implique que sean más costosos o exclusivos, de hecho y ojalá fuéramos más eficientes para ofrecerlos a un menor precio, pero con alto valor social y ambiental, manifestó.

En el marco de todo el programa la asociatividad es un tema fundamental, sin el fortalecimiento de las instituciones y organizaciones locales no habría un instrumento claro para llegar a los productores y en especial a los pequeños.

“Desafortunadamente los pequeños se asocian para ser beneficiarios de proyectos, y cuando estos se acaba, la mayoría de asociaciones desaparecen”, indicó.

Por eso se debe trabajar un fortalecimiento organizativo y que fomente la capacidad de las asociaciones de productores en las regiones, tratando de direccionarlo integralmente y desde lo técnico, evitando la politización y enfocado en las relaciones comerciales y el mejoramiento de la calidad de vida de productores, transformadores, comercializadores y consumidores. Ese sería el canal natural por el cual se deberían movilizar los recursos para esa transformación que busca el programa.

Manifestó que Fedegán ha jugado un papel fundamental en este proyecto ya que estuvo desde la concepción del mismo, trabajando en su formulación y en todo el proceso de vinculación con las regiones, sus productores y las instituciones, siendo un actor clave en las convocatorias regionales para tener eco entre los productores y las asociaciones, y va a jugar además un papel importante en la validación y ejecución de la propuesta.

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