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"2017 fue el mejor año para exportadores de flores": Augusto Solano

Por - 18 de Junio 2018


A propósito del proyecto de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores, Asocolflores, realizado con recursos de regalías y en conjunto con diversas entidades, el presidente del gremio respondió inquietudes sobre la consecución de los recursos y el estado del sector en general.   CONtexto ganadero hizo parte de los medios invitados a la socialización del proyecto “Fortalecimiento de la Competitividad del Sector Floricultor Colombiano mediante el uso de Ciencia, Tecnología e Innovación aplicadas en Cundinamarca”.   Era la culminación de un esfuerzo de 5 años, los 2 primeros dedicados a la consecución de los recursos y los 3 siguientes a la ejecución del proyecto, con la correspondiente entrega de resultados que se hizo en este mes de junio.   Respecto a esta iniciativa, consultamos a Augusto Solano Mejía, presidente de Asocolflores, que reveló varios detalles sobre el desarrollo de esta iniciativa. (Lea: Con estas tecnologías buscan fortalecer el sector floricultor de Colombia)   CONtexto ganadero: ¿Cuáles fueron los inicios de este proyecto?   Augusto Solano Mejía: Es un esfuerzo conjunto entre varias entidades. Asocolflores lideró el proyecto con Ceniflores, que es el Centro de Innovación de la Floricultura Colombiana, y nos aliamos con la Universidad Nacional donde estamos, la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la Universidad de La Salle y Corpoica.   Para empezar a coordinar todas estas entidades, además con la Gobernación de Cundinamarca, no fue un proceso fácil pero a la larga fue muy constructivo y funcionó muy bien. Tradicionalmente, Asocolflores y Ceniflores nos habíamos dedicado a los temas de plagas y enfermedades, era lo que tradicionalmente hacíamos en investigación, era el principal problema. Pero decidimos empezar a mirar temas de tecnología y cómo podemos aumentar productividad.   El objetivo de la iniciativa fue introducir tecnologías en la producción de flores para aumentar la productividad y, al mismo tiempo, mitigar el impacto ambiental, que aunque mínimo, es necesario para generar mayor sostenibilidad.   El proyecto incluyó la construcción de invernaderos con diseños generados en computador para adaptarse a las necesidades de cada cultivo. Además, se utilizaron mallas fotoselectivas de tecnología israelí para el control de plagas y sistemas de fertirriego para aplicar agua y nitrógeno con mayor precisión y ahorro.   Además, se diseñaron 2 prototipos de sistemas automatizados, uno para la clasificación y empaque de rosas, y otro para fumigación de cultivos. Con tecnología de última generación, ambas máquinas trabajan para ayudar a los trabajadores, en especial la fumigación, pues evita que tengan contacto directo con sustancias nocivas para su salud.     También se desarrolló un sistema de calefacción pasiva que suple las necesidades de calor dentro de los invernaderos, con una estructura muy sencilla que capta la radiación solar en el día y libera calor durante la noche. (Lea: Exportación de flores creció 8 % en el primer semestre)   CG: ¿Cuál es la importancia del proyecto?   ASM: Esta es la primera vez que logramos tener unos fondos importantes para empezar a dar un salto tecnológico y tener mejor productividad. Nos dimos a la tarea de acceder a esos recursos, no fue fácil, nos llevamos casi 2 años en un proceso sumamente dispendioso, pero con el apoyo de la Gobernación de Cundinamarca y, dada la importancia que tiene desde el punto de vista económico la floricultura en el departamento, pues hacía sentido. Hicimos el esfuerzo y al cabo de 2 años nos aprobaron el proyecto y lo ejecutamos en 3 años. Lo importante y haber llevado esto a feliz término, es el trabajo conjunto y armónico de todas estas entidades y aquí se prueba más que uno solo no logra resultados de esta índole.   Lo más importante para Asocolflores es lograr que los empresarios se apropien de esto, porque nada sacamos con hacer proyectos y tener resultados muy buenos si nadie lo aplica, es como si no lo hubiéramos hecho. Ese esfuerzo es importante, no es fácil que las compañías pequeñas y medianas no tienen una infraestructura organizacional para estar recibiendo este tipo de proyectos, de manera que tenemos que acompañarlos. Además tenemos un portafolio de proyectos en otras áreas que quisiéramos hacer pero no hay recursos, y tenemos que pensar si volvemos a aplicar a regalías o los conseguimos de otro lado aquí o en el exterior.   El dirigente también explicó cuáles han sido las ventajas de Colombia para sobresalir en el mercado de las flores a nivel internacional, hasta ocupar el segundo lugar en el número de exportaciones. Hoy en día, nuestro país es el principal proveedor de flores cortadas en Estados Unidos, Canadá y Japón, y el quinto de la Unión Europea.   CG: ¿Por qué se ha destacado Colombia como un país exportador de flores?   ASM: Las ventajas por las cuales la floricultura ha funcionado en estos países a diferencia de donde se inició, en Holanda, es el clima y la mano de obra. Los invernaderos que tenemos básicamente sirven para proteger los cultivos de las lluvias, que en otras partes son mucho más sofisticados donde manejan calefacción y otras tecnologías que los hacen más costosos. Una hectárea de rosas hoy en día en Colombia puede valer 600 mil dólares, que es una fortuna inmensa. Pero una hectárea de invernadero en Holanda puede valer 2 millones de euros, que obviamente tiene un sistema automatizado pero indudablemente más costoso. Sin embargo, lo que ha pasado es que estas ventajas que teníamos, con el cambio climático, por un lado, y el aumento del costo de la mano de obra, por otro, en Colombia ya no es tan rentable el cultivo de flores. Entonces necesitamos mejorar productividad de alguna manera, no solo si queremos no solo sobrevivir sino progresar. Tenemos 2 competidores fuertes como Kenia y Etiopía, en el primero se paga el día a 3 dólares mientras que en el segundo se paga a un dólar, lo que nos afecta a nosotros.   Esta fue otra de las razones por las cuales se adelantó la investigación, por la necesidad de incrementar el rendimiento y de lograr mejores resultados que la competencia directa de los países africanos. (Lea: Así llegaron los floricultores colombianos al mercado asiático)   De otro lado, Solano Mejía precisó cómo se compara el sector con otros, especialmente en la generación de empleo. Según reveló hay más de 600 mil colombianos que dependen del sector, que provee más de 130 mil empleos formales (directos e indirectos). De estos, 65% son mujeres, un 25% del empleo femenino rural.   ASM: La floricultura es la actividad agrícola que más genera empleo por hectárea, 14 empleos en promedio. Los demás productos agrícolas generan 1 o 2 empleos, o menos de 1 por hectárea. De manera que una de las grandes virtudes es generar mano de obra, y sobre todo, formal. Desde que inició la floricultura aquí hace 53 años, como se inició para el mercado externo, siempre ha sido formal con contratos y seguridad social.   CG: ¿Cuáles son las previsiones del sector para este año?   ASM: Estamos preocupados porque estábamos pensando en un dólar del orden de los $3.000 que se iba a estabilizar, pero ahora que ha bajado $200 pueden significar un promedio de $280 mil millones de ingresos menos en un año. Está es un nivel que podemos manejar, mientras que con una reducción mayor nos veríamos en situaciones complicadas, no solo nosotros sino la mayoría de exportadores y los que producen internamente y tienen que competir con productos de afuera. Debemos tener claro que una tasa de cambio competitiva es fundamental para la economía del país.   Este año no ha sido fácil, se ha afectado un poco pero hemos logrado cumplir. El año pasado llegamos a una exportación de 1.400 millones de dólares, que es la más alta que hemos tenido. Si este año logramos aumentar un 5%, nos podríamos dar por bien servidos, esperando que el dólar se mantenga y se acerque a los $3.000.